Todo aquéllo comestible después de haber sufrido la acción de asar. Se practica en horno o cazuela, y el principio básico es favorecer la formación de costra que impida la salida de jugos. También se practica en la parrilla. Las carnes más adecuadas para el asado son las de primera calidad como los filetes, la espaldilla, la culata de contra y la babilla, y algunos incluyen el lomo y el redondo. Las carnes de buey y carnero y las piezas de caza mayor deben de asarse a fuego vivo, que gradualmente irá disminuyendo; la carne ofrece entonces una ligera resistencia al tacto. Para la ternera, las aves y la caza menor es más conveniente una cocción algo más lenta.