El que da nombre a la tribu es Cinara, con doce especies mediterráneas, representadas en la flora española por C. Solymus, *alcachofera*, planta perenne de hojas largas y cortadas, de color verde claro en el haz y blanquecinas en el envés. Los tallos de la planta, en cuyas extremidades brotan las flores, nacen de un rizoma subterráneo carnoso, que todos los años los produce nuevos. Las flores tubulosas son hermafroditas y de color violado y constan de un cáliz en forma de piña, compuesto por muchas escamas, que son comestibles antes de desarrollarse la flor. Originaria de África, se cultiva en la Europa Meridional de clima templado, calculándose su consumo, desde hace más de 2.000 años.
Tradicionalmente se le atribuyen propiedades medicinales, siendo recomendada para diabéticos, casos de insuficiencia hepática, victericia y ispepsia, así como diurético. Navarra produce unas alcachofas de excepcional calidad, calculándose en cerca de dos mil hectáreas la superficie que a ellas se dedica y solo Tudela, comercializa en temporada de 50 a 60.000 kilos diarios.
Existen numerosas preparaciones, destacándose la forma más tradicional,que es como sigue: Se pelan y limpian con generosidad, dejandolas únicamente el corazón y las hojas tiernas, a las que se les corta las puntas, que se frotan con limón y se dejan en agua fresca. Se pone al fuego un puchero con agua abundante y su correspondiente sal y cuando hierve, se van echando poco a poco sin que pierda el hervor. Se introduce con una cuchara de palo una buena cucharada de harina, para evitar que ennegrezca lla verdura. Ya cocidas, se sacan y se dejan escurrir ,conservándolas calientes. En una sartén y en aceite de oliva suficiente,se fríe tocino (eliminando luego sus restos), junto a unos dientes de ajo. En ello se rehoga luego una cucharada de harina y antes que se queme, se añaden las alcachofas, que si son grandes se parten por la mitad, sacudiendo el recipiente como al pil-pil, para que se vaya uniendo la fritura y verdura, con el agua que ésta va desprendiendo.También se toman asadas a la brasa, y es componente esencial de la menestra de verduras, plato único de la primavera tudelana.
El que da nombre a la tribu es Cinara, con doce especies mediterráneas, representadas en la flora española por C. Solymus, *alcachofera*, planta perenne de hojas largas y cortadas, de color verde claro en el haz y blanquecinas en el envés. Los tallos de la planta, en cuyas extremidades brotan las flores, nacen de un rizoma subterráneo carnoso, que todos los años los produce nuevos. Las flores tubulosas son hermafroditas y de color violado y constan de un cáliz en forma de piña, compuesto por muchas escamas, que son comestibles antes de desarrollarse la flor. Originaria de África, se cultiva en la Europa Meridional de clima templado, calculándose su consumo, desde hace más de 2.000 años.
Tradicionalmente se le atribuyen propiedades medicinales, siendo recomendada para diabéticos, casos de insuficiencia hepática, victericia y ispepsia, así como diurético. Navarra produce unas alcachofas de excepcional calidad, calculándose en cerca de dos mil hectáreas la superficie que a ellas se dedica y solo Tudela, comercializa en temporada de 50 a 60.000 kilos diarios.
Existen numerosas preparaciones, destacándose la forma más tradicional,que es como sigue: Se pelan y limpian con generosidad, dejandolas únicamente el corazón y las hojas tiernas, a las que se les corta las puntas, que se frotan con limón y se dejan en agua fresca. Se pone al fuego un puchero con agua abundante y su correspondiente sal y cuando hierve, se van echando poco a poco sin que pierda el hervor. Se introduce con una cuchara de palo una buena cucharada de harina, para evitar que ennegrezca lla verdura. Ya cocidas, se sacan y se dejan escurrir ,conservándolas calientes. En una sartén y en aceite de oliva suficiente,se fríe tocino (eliminando luego sus restos), junto a unos dientes de ajo. En ello se rehoga luego una cucharada de harina y antes que se queme, se añaden las alcachofas, que si son grandes se parten por la mitad, sacudiendo el recipiente como al pil-pil, para que se vaya uniendo la fritura y verdura, con el agua que ésta va desprendiendo.También se toman asadas a la brasa, y es componente esencial de la menestra de verduras, plato único de la primavera tudelana.