Líquido formado por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno (H2O). Es inodora, incolora e insípida; refracta la luz y disuelve muchas sustancias. Se solidifica por el frío (0º) evapora por el calor y existe en la atmósfera en estado más o menos puro. Forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares. El agua es necesaria para la vida de las células animales y vegetales. Su principal función es la de disolvente y transporte de sustancias solubles a los diferentes tejidos y la eliminación de los residuos. Otra parte del agua se une a los coloides que constituyen el protoplasma de las células, pues es necesaria para las reacciones encimáticas de las células vivas. El metabolismo del agua está estrechamente unido al de las sustancias solubles, principalmente al de las sales minerales. En la alimentación se emplea el agua de lluvia, de pozos, de fuentes, de ríos y lagos, etc. Deben limpiarse las impurezas que lleva en suspensión, del exceso de sales minerales que pudiera contener y de bacterias orgánicas y gérmenes patógenos que puedan acompañarla. El agua se emplea en la cocina para la cocción y condimentación de los alimentos. Las aguas duras (ricas en sales cálcicas), no cuecen bien las verduras y legumbres, siendo necesario depurarlas o la adición de un poco de bicarbonato que provoca la precipitación de las sales cálcicas.
Líquido formado por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno (H2O). Es inodora, incolora e insípida; refracta la luz y disuelve muchas sustancias. Se solidifica por el frío (0º) evapora por el calor y existe en la atmósfera en estado más o menos puro. Forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares. El agua es necesaria para la vida de las células animales y vegetales. Su principal función es la de disolvente y transporte de sustancias solubles a los diferentes tejidos y la eliminación de los residuos. Otra parte del agua se une a los coloides que constituyen el protoplasma de las células, pues es necesaria para las reacciones encimáticas de las células vivas. El metabolismo del agua está estrechamente unido al de las sustancias solubles, principalmente al de las sales minerales. En la alimentación se emplea el agua de lluvia, de pozos, de fuentes, de ríos y lagos, etc. Deben limpiarse las impurezas que lleva en suspensión, del exceso de sales minerales que pudiera contener y de bacterias orgánicas y gérmenes patógenos que puedan acompañarla. El agua se emplea en la cocina para la cocción y condimentación de los alimentos. Las aguas duras (ricas en sales cálcicas), no cuecen bien las verduras y legumbres, siendo necesario depurarlas o la adición de un poco de bicarbonato que provoca la precipitación de las sales cálcicas.