Inclinar lentamente una vasija para que caiga el líquido que contiene sin que salga el poso.
Separar un vino del poso o sedimento que contiene. Para ello se deja la botella en pie hasta que las materias sólidas se depositan en el fondo. Se inclina entonces suavemente la botella y se va pasando el vino limpio a otro recipiente, decantador, jarra, frasca o botella, hasta que el sedimento sigue el curso del vino, momento en que debe interrumpirse la operación. Para percibir con claridad el momento en que el poso se aproxima al cuello de la botella se suele colocar una vela encendida al lado opuesto de la persona que realiza la operación.
Pasar lentamente de un recipiente a otro un líquido con el fin de separar los pesos que contiene.