Es un fruto alargado de medianas dimensiones cuya hiel está armada de numerosas espinas, de tamaño parecido a una pera y cuyos colores cambian sensiblemente según la variedad.
De escaso valor alimentario, sólo ofrece cuando está muy maduro, una modesta cantidad de sales y pequeño porcentaje de azúcar. Contiene albúmina y mucílago. Sólo consigue su óptimo estado de maduración en la mata, siendo este caso un fruto dulce, blando y agradable al paladar. Se consume al natural, o en jarabes y helados aprovechando el jugo del fruto.
No se sabe concretamente su lugar de origen, aunque procede de cualquiera de los países de América con clima húmedo, templado o subtropical. Fue traido de América a Europa por los exploradores españoles a la Península Ibérica tras el descubrimiento, habiéndose propagado por las costas mediterráneas.