Alimento dulce que junto con la' sopacana ', es la gran aportación de la cocina navarra a la internacional, por lo que a los postres se refiere.
De él hizo una gran propaganda el conocido crítico Curnonsky, que cantó sus excelencias y señaló su lugar de origen, Sumbilla.
Aunque está presente en las cartas forales, desde Pamplona a la muga con Francia, desgraciadamente no siempre se presenta con la perfección deseada, pues tienen la dificultad de lo sencillo y deben ser consumidos, inmediatamente después de ser hechos.
Se hacen envolviendo los canutillos con tiras muy delgadas de una masa y se fríen en aceite y se rellenan de crema pastelera muy fina y aromatizada con limón. Deben servirse crujientes con la crema templada espolvoreados levemente con azúcar glass.