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Rancio 2

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Vino con una crianza especial, de 3 años como mínimo, en la que se logra una profunda oxidación. A veces se le somete a cambios bruscos de temperatura en presencia de aire, como exponerlo a las radiaciones solares en envases de vidrio.

Ciertos vinos abocados y dulzarrones. Han sido famosos los rancios de Peralta y Corella. 

*Rancio de Peralta*: Vino blanco generoso, llamado 'rancio', procedente de una cepa especial, la berbés o barbés, aunque algunos mezclaran con ella la 'malvasía y tempranillo'. Su mosto no era prensado sino de lágrima y vertido en toneles de cerezo de una capacidad de 200 cántaros (= 2.534 litros) a los que se añadía una décima parte de vino cocido y reducido a 2/3, mas una cesta de hollejo, sin pepitas ni palillo. Todo ello fermentaba lentamente hasta el mes de marzo, en que se clarificaba. Luego se trasudaba a pequeñas pipas de cerezo, en las que se dejaba envejecer durante cuatro años. 

Desde el siglo XVIII al XX, fue vendido en el centro-norte de España y exportado a Francia y América. Citado en numerosas ocasiones en la literatura clásica, fue desapareciendo lentamente a consecuencia de las plagas de la vid, a finales del XIX.

*Rancio de Corella*: en 1856, don Camilo Alzugaray, natural de Ste. Pierre de Irure, (Bajos Pirineos), adquirió tierras en Corella y plantó viñas, vinificando en bodegas ya existentes en el siglo XVII.

Aparte del vino de crianza, elaboró vinos dulces y moscateles, que desde

entonces se comercializan en los mercados nacionales e internacionales.

Luego, otras bodegas de la localidad han vinificado también vinos dulces,

por lo que en muchos casos se asocia el nombre de Corella con el de los

vinos moscateles.

 
Euskera
Ardo kardanka
 
Vino y denominaciones
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